Omar Chehade, ex vicepresidente, ex nacionalista y ex amigo del presidente de la república,, acaba de publicar un libro el viernes pasado: “La usurpación del poder”. Con la intención de divulgar los hechos acontecidos en el interior del gobierno de Ollanta Humala en el que, según Chehade, Nadine Heredia asumió en reiteradas ocasiones las funciones de presidente, ordenando y tomando decisiones de relevancia en el gobierno.
Lo mencionado en el libro, vincula a muchos funcionarios y ex funcionarios del gobierno en situaciones complicadas en los que Nadine Heredia habría tomado decisión sobre su futuro político dentro del partido de gobierno o en otras entidades del Estado.
Ahora bien, con los actos que viene realizando en los últimos años, Chehade marca una diferencia resaltante en su rol inicial como defensor del jefe del Estado. Ahora lo vemos denunciando y recomendando que se le impida al Humala y a Heredia la salida del país por tener que saldar cuentas con la justicia peruana, mientras antes se le veía defendiendo a capa y espada a las personas que lo llevaron al poder. Puso el pecho y ahora dá la espalda a su ex partido sumándose al conjunto de retirados nacionalistas que dieron un paso al costado en defensa de intereses personales.
No podemos exculpar a la pareja presidencial de haber tomado de una u otra forma decisiones en su partido o en el gobierno, tampoco podemos inculpar a Ollanta Humala de ceder su poder de mando ante el evidente liderazgo de su esposa Nadine Heredia. Si ella asumió el mando de manera práctica(sin un decreto que oficialice dicha asunción) en su momento, no hay una ley que culpe a quien influye en el criterio del presidente, a menos que sea en casos de asesoramiento para actos ilícitos o violación de derechos humanos. Pero ya tenemos un presidente preso por esto ¿Cierto? Y una comparación entre ambos no viene al caso en lo absoluto.
Pero ¿Cuándo inicia el deseo del señor Chehade de embarrar a la pareja presidencial, a costa de quedar como el político patriota bien intencionado que ya sabemos abundan en el Estado? Ya a inicios de gobierno las declaraciones del exvicepresidente ponían en aprietos a Humala, como cuando dijo que el ex presidente Fujimori sería trasladado a un prisión común, ocasionando la alerta en la oposición; años después con la sentencia de su hermano Miguel Chehade por cohecho en agravio del Estado y las acusaciones contra Nadine por el caso de las agendas determinaron su ruptura y separación del nacionalismo. Así empezó una batalla contra la pareja presidencial que hoy se materializa en denuncias y un libro recientemente publicado.
La impresión que deja Chehade a primera vista de quienes lo vimos en su papel inicial en el Estado y lo vemos ahora como un enemigo acérrimo y ardido de quien fuera su amigo, y que dicho sea de paso ya deja el cargo de presidente en unos días, es la de un resentido y aprovechado ya que lo hace en un momento oportuno por la salida de Humala y a través de una publicación que sin duda la está promocionando muy bien, le traerá beneficios económicos y le abrirá paso en alguna lista congresal en próximos comicios seguramente.
José Cuéllar
Miembro fundador
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